
Cartel
Por: Leipzig del Carmen Vázquez García
La mañana del 19 de mayo de 1895 amaneció tensa en la comunidad de Dos Ríos, en la región oriental de Cuba. José Martí, delegado del Partido Revolucionario Cubano y alma de la independencia, proclamaba una vez más su disposición a sacrificarse por Cuba.
Aquel acontecimiento lo recuerda Antonio Espinosa Martínez, historiador de esa localidad ubicada en el municipio de Jiguaní en la provincia de Granma, quien refiere que Martí se convirtió en blanco perfecto para la avanzada española, oculta entre la maleza.
Entre un dagame seco y un fustete caído, yacía su cuerpo inmóvil con tres disparos.
Allí quedó el cadáver de Martí en manos del enemigo, quienes lo identificaron y trasladaron del lugar donde cayó en el fragor de la batalla.
*corresponsal de Radio Habana Cuba en Granma