
Cuba y Namibia
Por: Nuria Barbosa León
Unos 50 ingenieros civil de Namibia cursan una maestría en la Universidad Tecnológica de La Habana, conocida como CUJAE (Centro Universitario José Antonio Echeverría) y varios de ellos relataron sus experiencias para Radio Habana Cuba.
Helena Gideon, una joven de 27 años conoció de la beca gratuita otorgada por el gobierno a través de sus compañeros de estudio y se anotó porque en el país africano hay un proceso acelerado de urbanización para crearle a los poblados las condiciones de vida, algo que no permitió la colonización sufrida hasta 1990.
Ella se interesa por la geotecnia del suelo, una rama de la geología que estudia la aplicación de los principios geológicos en la investigación de los materiales naturales -como las rocas- que constituyen la corteza terrestre implicados en el diseño, la construcción y la explotación de proyectos de ingeniería civil, como autopistas, vías férreas, avenidas y calles.
«Namibia es un país grande con una población pequeña pero en crecimiento. Con el aumento de la población, surge la necesidad de infraestructuras como viviendas, carreteras, instalaciones públicas, etc. Dado que aproximadamente el 90% del país está clasificado como desierto, es fundamental identificar los materiales adecuados en todo el territorio para satisfacer la demanda de estas infraestructuras», explicó la joven.
Su compañero Petrus Karondo, de 25 años, confesó: «Cuba tiene una relación especial con Namibia debido a la ayuda que ha brindado previamente, incluso antes de declararse la independencia; sin embargo, la razón principal es que Cuba cuenta con personas con un alto nivel de conocimiento y capacidad intelectual para mi carrera».
Añadió que antes de viajar conocía el nivel educativo de Cuba y lo calificó de Excelencia por los 1 325 de jóvenes namibios que egresaron de las universidades cubanas y por los formados como técnicos medios en la década del 80, luego de vencer sus estudios de primaria y secundaria básica en la Isla de la Juventud.
Confiesa que los cubanos son realmente las personas más amables que ha conocido; siempre están dispuestos a ayudar. «He aprendido mucho de la unión para vencer obstáculos, de la perseverancia y la sistematicidad para alcanzar un objetivo».
Con él coincide su tocayo Petrus Naimbangu, de 27 años: «Cuba es reconocida a nivel mundial por la calidad de su educación, especialmente en ingeniería, y estoy emocionado por aprender de su experiencia».
Confesó que enfocará su tesis de graduación en investigar los desafíos geotécnicos causados por el clima en el mantenimiento de las vías férreas, con énfasis en soluciones sostenibles. «Los ferrocarriles de Namibia enfrentan problemas únicos, como condiciones desérticas áridas que provocan acumulación de arena y desestabilizan la base de las vías. La erosión costera también debilita los cimientos de las líneas del ferrocarril. Mi objetivo es explorar estrategias prácticas, en el uso de materiales geosintéticos para estabilizar la base, y resolver esos problemas», precisó.
Mientras, Katrina Nahenda, de 30 años, afirmó que este tipo de intercambio permite que los ingenieros conozcan de otras técnicas y procedimientos experimentados en la isla caribñea, ya que para el gobierno namibio constituye una prioridad la urbanización de sus ciudades teniendo en cuenta la construcción de infraestructura para el desarrollo futuro del país.
Ella está interesada en adquirir más conocimientos en la construcción de carreteras. «Antes de viajar conocía muy poco de esta isla caribeña. Supe que ayudó en la lucha armada de Namibia y luego envió médicos y maestros para brindar asistencia y formar profesionales. Escuché a namibios hablar bien de los doctores cubanos y por eso quería tener una experiencia relacionada con el pueblo cubano».
Añade que ya aprendió a comunicarse en español y conoce de la cultura, principalmente del baile. Admira en los cubanos el cariño y la solidaridad que profesan hacia otras personas con una comunicación abierta sin esperar nada a cambio.