
Gavin Newsom es una amenaza para Trump. (Foto: ABC30)
Por: Alfredo García Almeida*
Gavin Newsom, el ambicioso gobernador de California, que se enfrenta a Trump y tiene como objetivo llegar a la Casa Blanca en 2028.
Para Pablo R. Suanzes, Corresponsal del periódico español, El Mundo, en Washington, Newsom es una figura polémica, divisiva. “Tremendamente ambicioso, fue alcalde de San Francisco, teniente de gobernador, dos veces gobernador y ahora que está agotando su segundo y último mandato, aspira a la presidencia. No lo dice, pero no lo oculta. Busca la gloria, pasar a la historia. Hay políticos que dicen que todo pasa y sólo aspiran a dejar el cargo habiendo mejorado un poco lo que recibieron. Él no es uno de ellos, y el choque contra el trumpismo, como hace ocho años, es su mejor baza.
“Para muchos, empezando por los demócratas, es un bocazas, alguien propenso a los charcos, y que, en los últimos meses, ha sacudido a las bases con un giro hacia el centro, o hacia la derecha, incómodo. Él afirma que no es así, que Estados Unidos está experimentando un cambio salvaje, que los jóvenes se están radicalizando y, por primera vez, son mucho más conservadores que la generación anterior.
“Que hay que entender por qué y escuchar, y para eso pone el ejemplo de su propio hijo, que, con 13 años, se había vuelto un fan absoluto de Charlie Kirk, influencer conservador y líder espiritual de las juventudes MAGA. Si eso pasaba en la casa del gobernador del Estado más progresista, casado con una célebre feminista, es que su partido no estaba entendiendo nada”.
Para Trump, es una amenaza, alguien telegénico que no evita el choque, que dice en horario de máxima audiencia que se ofrece a ser detenido en vez de los niños de las redadas migratorias. Por eso la Casa Blanca intenta ahora destrozarlo, antes de que tenga un perfil nacional. Trump quiere que Estados Unidos lo asocie a su mensaje sobre una California quebrada, decadente, tomada por la violencia y el caos.
Newsom, de 57 años, tiene muchos escándalos en su historial. En sus años en San Francisco, desafió a las autoridades y los tribunales emitiendo licencias matrimoniales para parejas del mismo sexo, una apuesta más que arriesgada, porque el Estado tardaría aún una década en legalizarlo. Apostó sin ambages por la Sanidad universal para los habitantes de la ciudad, por programas para los sintecho. También salió con modelos de 19 años e ingresó en una clínica de desintoxicación por su adicción al alcohol. Más tarde, durante la pandemia, se publicaron fotos mientras disfrutaba de una carísima cena en unas tres estrellas Michelin, con amigos ricos y lobistas y sin mascarilla, al tiempo que pedía su uso a 40 millones de personas.
“Hay consenso entre los analistas en que Newsom se está jugando su futuro presidencial” afirma Suanzes. “No es muy popular, pero entre los precandidatos demócratas, es uno de los que más experiencia tiene en televisión y las peleas. En septiembre y octubre, fue uno de los delegados que, en los debates de presidentes y vicepresidentes, intentaba demostrar al partido que no tenía miedo de una pelea con el trumpismo, en persona o ante las cámaras, aprovechando su atractivo físico y esa imagen casi kennediana de aristócrata patricio”.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.