
Foto: Luis Alberto Colarte
La Habana, 19 may (RHC) A propósito de conmemorarse hoy el 130 aniversario de la caída en combate del patriota cubano José Martí, funcionarios de la embajada de Cuba en la República Dominicana lo honraron con un recorrido por sitios que visitó en ese país.
Fue una jornada de encuentro con la historia, un día de aprendizaje para niños y adultos.
Si la propia obra escrita por José Martí deja ver la grandeza de este hombre clave de la gesta independentista de 1895, de igual forma conmueve recorrer los sitios que visitó en suelo dominicano con el propósito de, como delegado del Partido Revolucionario Cubano, unir de nuevo a Gómez a la causa libertadora, durante su primera visita en 1892.
Fue el historiador, ingeniero y presidente del Instituto Duartiano de la provincia La Vega, César Arturo Abreu, un excelente guía para los cubanos que se trasladaron hasta esa localidad situada casi en el centro del país tras las huellas del Héroe Nacional de Cuba.
En La Vega una Plaza que lleva el nombre del patriota cubano homenajea su vida y sobre todo su paso por esa localidad en dos oportunidades.
Por allí caminaron este domingo cubanos y dominicanos bajo la guía del historiador, y se entonaron frente a la estatua del Maestro las notas de los himnos nacionales de los dos países acompañados por la banda municipal.
A caballo también llegó Martí al Santuario y meditó en la iglesia, junto al Santo Hoyo. Hasta allí también llegaron este domingo los cubanos, deslumbrados ante la belleza del valle, el mismo en el que Martí encontró inspiración, narró Abreu.
Con posterioridad, los visitantes se trasladaron a la provincia Santiago de los Caballeros, donde los esperaba el profesor Edwin Espinal en el Parque Duarte.
De acuerdo con el estudioso, hay un testimonio de que se vio al Maestro cruzando el referido Parque y es muy probable, apuntó, porque entonces era el centro de la ciudad, ubicado muy cerca del Ayuntamiento y de la Iglesia del Carmen, agregó.
Los funcionarios cubanos y sus familias conocieron, además, el lugar donde fue recibido Martí a su llegada a Santiago, un área que hoy es un parqueo, pero que en aquel entonces era un centro de recreo.
También la casa donde escribió la carta a Máximo Gómez en 1892 para pedirle formalmente que ocupara el cargo principal de la organización militar de la guerra, el de general en jefe del Ejército Libertador cubano.
Por último, en Santiago visitaron el lugar donde presuntamente se imprimió el Manifiesto de Montescristi, documento que expone las ideas para organizar la guerra de independencia cubana de 1895, y que fue suscrito por ambos el 25 de marzo de 1895.
La última parada fue en el municipio de Guayubín, provincia Montecristi, donde al igual que en los puntos anteriores el embajador de Cuba Ángel Arzuaga, funcionarios de la misión estatal y familiares, fueron recibidos por las autoridades de la localidad, y se habló de amistad, de solidaridad y de relaciones históricas. (Fuente: Prensa Latina)