
Imagen: Luz Noticias.
Washington, 9 jul (RHC) Más de 170 personas siguen desaparecidas tras las inundaciones repentinas que devastaron el centro de Texas (sur de Estados Unidos), mientras la cifra confirmada de muertos subió a 119, según actualizaron hoy las autoridades.
Las labores de búsqueda se prolongaron este miércoles por sexto día consecutivo con la esperanza de hallar a cualquier persona perdida entre los escombros tras la catastrófica tormenta del fin de semana, que provocó una rápida crecida del río Guadalupe a niveles casi sin precedentes.
Solo en el condado de Kerr, el más afectado por el desastre, hay 161 personas de las cuales se desconoce su paradero, informó el sheriff de esa demarcación, Larry Leitha, durante una conferencia de prensa.
Dijo que los equipos aún intentan dar con el paradero de cinco campistas y un consejero del Campamento Mystic, una instalación de verano para niñas con cabañas junto al Guadalupe. Testimonios de sobrevivientes señalaron que el día de las crecidas se despertaron con el agua entrando a raudales por las ventanas.
El presidente Donald Trump firmó una declaración federal de desastre a petición del gobernando Greg Abbott, lo cual permitirá a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias desplegar sus propios equipos para apoyar las labores locales de rescate y recuperación a medida que avanzan las operaciones.
Un reciente artículo, publicado en Common Dreams, advirtió que las catastróficas inundaciones en Texas ponen de relieve el ataque a gran escala de Trump contra agencias de investigación y monitoreo climático.
Para muchos científicos del clima, las consecuencias ya están aquí y destacan que, desde el inicio de su segundo mandato, Trump despidió a cientos de especialistas que trabajaban en la Evaluación Nacional del Clima.
Además, recortó drásticamente la plantilla de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y anunció la suspensión del seguimiento de desastres climáticos, entre otros cambios.
Todo lo anterior mientras trabaja para acelerar la extracción y el uso de combustibles fósiles, lo cual está agravando los fenómenos meteorológicos extremos, enfatizó el material periodístico.
«El régimen de Trump está desmantelando la investigación científica sobre el clima y la atmósfera por razones políticas, justo cuando necesitamos una comprensión mucho mejor de ella», escribió el ambientalista Stephen Barlow en redes sociales.
El presupuesto de Trump para el año fiscal 2026, que la administración ya está aplicando, incluye recortes e incluso el cierre de algunos laboratorios de investigación meteorológica vitales para mejorar los pronósticos. (Fuente: Prensa Latina).