
Vade retro,Trump
por Guillermo Alvarado
Existía en la edad media una oración destinada a alejar los males que en una de sus frases decía “vade retro satana” y que significa retrocede, o ve para atrás, Satanás y que con algunas libertades podría aplicarse al modo de hacer política del polémico presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Como se conoce, el jefe de la Casa Blanca utiliza términos explosivos cuando anuncia sus planes, presentándolos como inflexibles y con disposición de llevarlos hasta las últimas consecuencias, pero cuando no empiezan a salir como lo desea, da marcha atrás con cualquier pretexto.
Esto incluso le valió el apodo de “Taco”, un acrónimo que en español significa Trump siempre se acobarda, acuñado por el columnista del Financial Times, Robert Armstrong, y que por supuesto al presidente no le hizo ninguna gracia.
El hecho es que esto ocurrió con el tema de los aranceles impuestos a casi todo el mundo y pareciera ser que comienza a suceder en el delicado asunto de las redadas masivas contra inmigrantes, incluso con quienes tienen un estatuto legal y un trabajo estable y pagan impuestos en ese país.
Las protestas iniciadas en la ciudad de Los Ángeles y multiplicadas en muchas ciudades, rebasaron las previsiones de Trump y sus funcionarios.
No es de extrañar, entonces, que con el pretexto de proteger a los empresarios de la agricultura, la construcción y el turismo, el magnate dijo la víspera que “quiere hacer algo” por los migrantes que trabajan en estos sectores para evitar su deportación.
Lo que no dijo, que siempre es lo más interesante, es que se trata de trabajadores indocumentados, que en Estados Unidos hacen las tareas más duras en varios renglones, pero ante la brutalidad de las redadas optaron por esconderse y no ir a sus labores.
Es mano de obra irregular, reciben salarios por debajo de lo establecido por las leyes, no disfrutan de beneficios sociales y generan ganancias extras a sus empleadores, que ya comenzaron a inquietarse por la situación.
Además de eso, está la lluvia de críticas que está recibiendo el gobierno por el empleo de la Guardia Nacional y efectivos del ejército, tanto en la captura de inmigrantes como en el control de las manifestaciones, que ha causado indignación en parte de la sociedad estadounidense.
A medio mandato, recordemos, hay elecciones legislativas y si el ambiente se enturbia demasiado, los republicanos perderán el control en el Capitolio, algo que no están dispuestos a arriesgar.
Por eso, es posible que veamos de nuevo el efecto Taco o, lo que es lo mismo, el vade retro, Trump.