Una de nuestras trascendentales conmemoraciones

Editado por María Candela
2025-05-01 08:56:36

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Por: Roberto Morejón

Las convocatorias en Cuba a marchas, desfiles y concentraciones por el Día Internacional de los Trabajadores se inscriben en una larga tradición de lucha y festejos, susceptible de continuar aún en condiciones materiales embarazosas.

“Por Cuba juntos creamos” fue el lema esbozado por la Central de Trabajadores, la que agrupa a varios sindicatos, con el objetivo de reafirmar el primero de mayo la unidad y resistencia de obreros, campesinos, estudiantes y de toda la población en tiempos de renovada agresividad de Estados Unidos.

Desde la lejana fecha de 1890, cuando se celebró aquí por primera vez el primero de mayo, tras los acuerdos del Congreso de la Segunda Internacional, en París, hasta 1958, el movimiento obrero de este país evidenció su fuerza o trató de hacerlo y no lo logró, pues se enfrentó a la represión.

En la denuncia contra la corrupción, el abandono social y el irrespeto hacia los derechos laborales muy presentes hasta el triunfo revolucionario de 1959, los trabajadores cubanos se hicieron escuchar.

Solo después de la insurrección triunfante, los obreros pudieron celebrar su día internacional, no para exigir reclamos sino para festejar y subrayar la unidad en toda la sociedad.

Todavía el movimiento obrero tiene por hacer en las actuales condiciones como priorizar las metas económicas, buscar la eficiencia, armonizar la empresa estatal con los actores privados y aportar ideas a las administraciones sobre las mejores vías para el desempeño laboral.

Todo ello tiene relevancia en circunstancias muy adversas, pues las carencias materiales y las insuficiencias en los servicios son notorias, a causa esencialmente del recrudecido bloqueo estadounidense y la ubicación de Cuba en una lista de países que, según Washington, apoyan el terrorismo.

A lo anterior se añade un equipo de funcionarios y políticos de macabra trayectoria anticubana, próximos al presidente Donald Trump, decididos a cortar todas las vías de sustento de la economía de la nación caribeña.

Como señalan los trabajadores cubanos, los tiempos son idóneos para aglutinar fuerzas y resistir.

Al pasar la fecha del Día Internacional de los Trabajadores, es necesario acometer con más ahínco los planes económicos, la producción agrícola, las investigaciones científicas y aplicar las nuevas tecnologías.

Cierto que los obstáculos son mayúsculos, pero el brío obrero no se apaga.

Habrá que avanzar en la transformación socioeconómica y el desarrollo, como expresó la convocatoria de los sindicatos cubanos a la celebración del primero de mayo. 



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