
Foto: Portafolio
Por: Roberto Morejón
Colombia y Estados Unidos pretenden borrar el último episodio derivado de sus acentuadas diferencias, sobre todo en el campo ideológico, al darle curso a la diplomacia.
El embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña regresó a la capital de la nación norteña luego de haber sido llamado a consultas por su gobierno, y según sus declaraciones se propone impulsar una agenda en beneficio de ambos Estados.
El diplomático admitió las discrepancias, pero apostó por el diálogo, además de subrayar el interés del presidente Gustavo Petro de abordar asuntos espinosos como el crimen transnacional, el narcotráfico y las deportaciones dictadas por la administración de Donald Trump.
El retorno de García-Peña a sus labores sucedió después de que el Ministerio colombiano de Relaciones Exteriores divulgara una carta de Petro, haciendo precisiones sobre sus comentarios acerca de una alegada participación de funcionarios estadounidenses en lo que Bogotá llama intento de golpe de estado.
El gobierno colombiano niega esa participación, sobre la cual especularon medios de prensa, a lo cual siguieron duras formulaciones del secretario norteamericano de Estado, Marco Rubio.
Hay que recordar que el Departamento norteamericano de Estado también llamó a consultas a su encargado de negocios en Bogotá, John McNamara.
Como se recordará, el 26 de enero pasado surgió la primera crisis entre ambos gobiernos durante el mandato de Trump.
Se desató tras la negativa de Petro a recibir aviones con inmigrantes procedentes de Estados Unidos, deportados en condiciones vejaminosas.
Aquella postura fue respondida por la Casa Blanca con la amenaza de subir los aranceles entre 20 y 50 por ciento hasta la admisión de los aviones con los deportados.
Colombia, comprometida a erradicar este año 30 mil hectáreas de cultivos empleados subrepticiamente en el narcotráfico, tiene múltiples compromisos con el país del Norte en materia de seguridad.
Washington reclama extradiciones de criminales y además se mantiene sobre el tapete la migración, al punto de que desde el 27 de enero último han regresado a Colombia más de tres mil ciudadanos residentes en la Unión.
Si bien las recientes fricciones parecen desvanecerse, la relación entre Colombia y Estados Unidos está a prueba, pues Trump reprocha posiciones de Petro en política exterior, como sus denuncias del genocidio israelí en Gaza.