Hotel El Louvre, un ícono patrimonial

Editado por Nuria Barbosa León
2018-10-17 20:18:15

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Ciudad de Matanzas

Por: Guadalupe Yaujar Díaz

Con aires de renovación la Ciudad de Matanzas, urbe que cumplió su aniversario 325 y recientemente declarada Destino Turístico de Cuba, recupera su añejo esplendor sin quitarle protagonismo a la modernidad.

Ubicada a unos 100 kilómetros al Este de La Habana a Matanzas se le denomina la Atenas de Cuba, la Ciudad de los Puentes, la Venecia cubana o la ciudad de los poetas entre una veintena de epítetos.

Tal es la singular belleza de sitios y arquitectura de una ciudad fundada bajo el nombre de San Carlos y San Severino de Matanzas en 1693, que constituye la primera erigida en Cuba por interés explícito de la Corona española.

Entre las joyas patrimoniales de la ciudad se alza El Louvre, hotel ubicado en el Centro Histórico de la localidad que data de 1879 y cuyo nombre, se dice haberse escogido al azar, llega hasta nuestros días.

El inmueble, símbolo en su época de majestuosidad de las habitaciones y exquisitez en el servicio, ha sido remozado con criterios de su otrora apariencia en una arquitectura de dos niveles en la cual destaca el diseño art-noveau.

Tras quince años sin prestar servicios presentaba tal deterioro que se impuso la paciencia, la calidad y el cuidado de quienes laboraron en esta obra restauradora del sitio que posee, según regulaciones patrimoniales, Primer Grado de Protección.

El recinto había sufrido transformaciones que propiciaron, además, la pérdida de su piso original de mármol blanco y negro, sustituido, probablemente por su grado de detrimento, por losas de granito; también sus falsos techos de metal troquelados se cambiaron por reproducciones de yeso y fibras de henequén.

Las obras que contemplaron también la ampliación (área total hasta los 1,700 metros) de este ícono de la arteria principal de la ciudad, alcanzaron un costo de entre seis y nueve millones de pesos y abre sus puertas, en una primera etapa, con 15 habitaciones operado como un complejo junto al Velasco; y será gestionado por el Grupo Cubanacán, bajo la marca Encanto, destinada a pequeños hospedajes de ciudad.

El diseño concebido pretende imitar la apariencia constructiva del hotel con pisos de mármol en áreas públicas, carpintería sencilla, una simulación de las losas isleñas en el patio, y mantener la originalidad de la fachada del antiguo bar 66.

Las primeras referencias que se conocen de ese añejo alojamiento están reflejadas en el Diario Aurora del Yumurí, que en 1876 anunció por primera vez los servicios de su antecedente, la Fonda y Posada del mismo nombre, propiedad de Escalante y Hermanos, ubicada en Gelabert número 46, actual calle Milanés, al costado del teatro Sauto.

En 1883 el edificio pasó a ubicarse, como Restaurante Hotel, a Gelabert Número 56, local que hoy ocupa la Dirección Territorial de Etecsa, hasta recalar finalmente en el año 1904 en su ubicación actual, en Milanés 47, en esa época se reconocía a la instalación como el único hotel de primera en la ciudad.

Contó El Louvre con una valiosa cristalería y la vajilla de protocolo de porcelana francesa de Limoges. Sobresalía en la edificación la habitación No 4, entonces amueblada con un juego de cuarto de palisandro, enchapado en palo rosa, con las vistas en ébano y revestido por dentro con sándalo, fabricado en Barcelona en 1840, a un costo de 200 escudos reales. Su dueño fue el conde José Eugenio Moré y Labastida, fundador de Sagua La Grande.

En él se hospedaron importantes políticos y artistas: a principios del siglo XX –marzo de 1908– J.M. Choates, embajador retirado de Inglaterra y el Ministro americano Morgan; también la cantante lírica mexicana Esperanza Iris, conocida como la Emperatriz de la Opereta y entre los años 1938-1939 Fuman-Chu, mago panameño, considerado un innovador en la magia, acompañado de la bailarina Eva Beltri, famosa internacionalmente, quienes a la sazón actuaban en el Teatro Sauto. Asimismo otras relevantes personalidades de la cultura nacional.

El Louvre, reanimado en el contexto del 325 aniversario del hermoso territorio yumurino, seguirá haciendo historia como parte de los hostales citadinos y la cultura nacional.



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